Es un día cualquiera en la escuela y Fátima no logra concentrarse en las palabras del maestro, unas palabras que hablan de universos paralelos. Aun así y sin darse cuenta, Fátima es transportada a uno de ellos: un mundo donde los niños se extinguieron; sólo queda una, Laura, que los adultos pueden admirar en un museo. Fátima y Laura tendrán que huir de un mundo que no las comprende y pretende tratarlas como objetos de estudio y no como seres humanos. Con la complicidad de un viejo amigo y una gran dosis de coraje intentarán romper las finas barreras que dividen un universo del otro.