Lord Noah Edenhall descubre con horror que su mejor amigo, Anthony Prescott, vizconde de Keighley, se ha suicidado tras recibir una carta de ruptura de la mujer con la que pretendía fugarse. La misiva sólo lleva una inicial a modo de rúbrica, y esa es su única pista para encontrar a la que considera responsable de la tragedia. Su investigación le conduce hasta Lady Augusta Brierley, mujer misteriosa de belleza poco convencional y extraños hábitos, por la que siente una atracción instantánea que lo atrapa desde el principio y lo envuelve en las redes de su hechizo.