¡La nueva herramienta pedagógica!
Sean cuales sean las razones, observamos que el número de niños agitados, dispersos, alterados e incapaces de concentrarse, que frecuentan nuestras clases, es cada vez mayor. Tratar de reequilibrarlos, de calmarlos y de reconcentrarlos es una de las mayores preocuaciones de los formadores los cuales han encontrado.
A partir de 5 años
La palabra mandala proviene del sánscrito y se ha utilizado espontáneamente para designar imágenes organizadas alrededor de un centro. Para el gran público, el mandala está ligado a prácticas espirituales, religiosas o esotéricas orientales y, por lo tanto, relegado del medio educativo clásico. No obstante, en los últimos 20 años, destacados pedagogos, psicólogos y neurólogos han profundizado sobre el sentido que puede aportar a nuestra vida diaria el dibujo centrado, en un marco estrictamente pedagógico.
Los niños y los adultos pueden encontrarse a gusto coloreando manadas, ajenos a cualquier exigencia exterior de rendimiento. Este sentimiento de liberación genera un mejor funcionamiento cerebral y el desbloqueo psicológico.
Durante el proceso de iluminación del mandala se aprende a enfrentar con mayor tranquilidad las situaciones difíciles de la vida cotidiana. Una de las mayores preocupaciones de los formadores, los cuales han encontrado en los mandalas una técnica eficaz para lograr una relajación dinámica y concentración.
La neuropedagogía es la ciencia de la educación que se apoya en el conocimiento del cerebro y de todas sus interconexiones con
el fin de buscar caminos que no se centren exclusivamente en el aspecto racional del proceso enseñanzaaprendizaje, considerando un enfoque más integral y equilibrado.
Utiliza la pedagogía alternativa para el manejo de la falta de atención y la impulsividad incontrolada de los niños.