Inglaterra, 1172. Lady Phillipa de París es una apasionada de los debates filosóficos de la época y no tiene ningún reparo en participar en ellos junto a los hombres más doctos de Europa. Su pasión es el estudio y para poder dedicarle todo su tiempo ha fomentado rumores que le han dado fama de mujer liberal y promiscua, los requisitos ideales para que nadie piense en pedirla en matrimonio.
Sin embargo, su fama de seductora la convierten en la candidata perfecta para espiar al diácono Aldous Ewing, un antiguo novio de Phillipa y sospechoso de traidor a la corona. A fin de desentrañar las maquinaciones del corrupto diácono y salvar a Inglaterra de otra guerra civil, el rey Enrique pide a su hombre de mayor confianza, Hugh de Wexford, que reclute a Phillipa como espía de la corona. Juntos conciben una peligrosa estratagema haciéndose pasar por marido y mujer. Su plan parece perfecto pero ninguno de ellos sabe que, por encima de la oscura traición de sus enemigos, será la irresistible pasión que se enciende entre ellos la que pondrá en peligro sus vidas.