La naturaleza humana se distingue de manera primerísima por la experiencia emocional. Hasta hoy no se han identificado en otras especies la enorme gama de emociones encontradas en el género humano; estas emociones son parte de la herencia genética que compartimos, la variación extrema en su intensidad provoca la aparición de condiciones que generan malestar en las personas que la presentan y en los sistemas a los que pertenecen, en los cuales se desarrollan sus relaciones interpersonales, desde la pareja, la familia, el trabajo y la comunidad. Las investigaciones demuestran que entre el 3 y el 5% de la población mundial lo presentamos señalando que sólo se diagnostica y se trata a un tercio por lo que la mayoría de los pacientes bipolares sufren en forma indefinida del trastorno sin saber que lo padecen y por tanto, sin posibilidad de tratarlo.
Si la comunidad científica recién se puso de acuerdo en como identificar los casos de personas con rasgos bipolares, la experiencia de descubrirlo en sí mismo es algo más difícil; la labor de los Psiquiatras es convencerlos de que su forma de vivir y experimentar las emociones es muy diferente a los demás, que puede causarles problemas y alterar su proyecto de vida, por lo que es necesario tomar un medicamento para evitar estos contratiempos. Lograr un buen control en estos aspectos es el objetivo del tratamiento, la psicoeducación y la psicoterapia apoyan a la persona para no sentirse relegada, marginada o incapaz de lograr sus metas.
La primera parte del libro aborda, este descubrimiento repentino de poseer una condición humana excepcional y de cómo se va construyendo una identidad que integra la bipolaridad desde una vivencia mística y mágica, que se transforma hasta una tristeza profunda y autodestructiva, describe con gran detalle como van surgiendo en ella necesidades especiales para poder acoplarse a esta nueva forma de vida en lo personal, con su pareja, su nueva forma de vida y de familia.
El avance del conocimiento científico sobre el trastorno bipolar se refleja en la segunda parte, donde se repasan las características predominantes, los factores asociados y las causas identificadas para desarrollarlo, detonarlo o contenerlo, abordando las necesidades de cuidados particulares de las personas con el trastorno, como son los requerimientos de atención médica especializada, los psicofármacos, así como en algunos casos las hospitalizaciones y el manejo del riesgo suicida.
La tercera parte del libro se centra en los tratamientos, tanto los manejos médicos convencionales y la psicoterapia, como una revisión de las terapias alternativas que se han ensayado para mejorar la adaptación y control de las personas que presentan fuertes cambios emocionales, avanza enfatizando la necesidad de apego terapéutico a los tratamientos, describiendo los apoyos que brindan la pareja, la familia y los profesionales de la salud y los riesgos del abandono de los cuidados o la automedicación. De forma amena y concisa aborda los aspectos de lo cotidiano en las relaciones familiares, en el trabajo, las cualidades y capacidades diferentes, las incapacidades y los diferentes gatillos que desencadenan las crisis laborales; en seguida trata de forma extensa el espinoso tema de las leyes, para hacer primero recomendaciones prudentes para proteger el patrimonio familiar, ejercitar los derechos laborales y recibir atención, así como las consecuencias en el plano civil y penal de actos antijurídicos cometidos durante las crisis. Finalmente concluye con una reflexión personal, encontrando luego del diagnóstico médico un nuevo y mejor sentido de la propia vida.
Rebeca García Garrido (México, D.F. 1970) está casada desde 1999 y tiene una hija de 5 años y una bebé que murió de 7 meses en 2006 debido a que nació con un Síndrome conocido como Edwards (Trisomia 18). Es Licenciada en Relaciones Industriales, se tituló con Mención Honorífica y gracias a su desempeño como estudiante con un promedio de 9.8 obtuvo el reconocimiento como uno de los mejores estudiantes de México, otorgado por el Diario de México y está cursando actualmente sus estudios en la Maestría en Ciencias de Educación Familiar. Se desarrolló por 10 años en una empresa del ramo de las Artes Gráficas como Gerente de Recursos Humanos y se ha desempeñado en la Docencia durante los últimos 9 años. Fue diagnosticada como Bipolar en 1996 y se ha mantenido en psicoterapia, tomando los medicamentos que le han indicado a lo largo de estos 12 años lo que conjuntamente con una vida disciplinada le ha permitido autoconocerse y autocontrolar su trastorno manteniendo largos periodos de eutimia y obteniendo de si misma muchos más beneficios y logros que si no tuviera TAB por lo que escribió: Mi experiencia como Bipolar Viaje Feliz e Inolvidable. Rebeca .García .garrido@hotmail.com