Presentar un panorama de la literatura universal tiene como finalidad fundamental el parecer patente la continuidad de la cultura, la comunidad de los intereses humanas. Es un modo especial de contemplar el transcurrir temporal del hombre, un aspecto de la historia universal que exhibe, pateticamente, su desarrollo, espiritual; una historia interior del hombre, por cuanto aclara las angustias, preocupaciones, ideas y conflictos, exteriorizados en el piano político, social y económico.
El conocimiento del gran proceso histórico de la literatura da una gran sabiduría, otorga una sapiéncia especial. Nos lleva de la mano por los intrincados vericuetos del alma humana; ya sea la primitiva, heroica poesia de los griegos y los romanos, de los germanos o de los hindúes, la robusta fantasia de los mitos primitivos asi como de las religiones en sus etapas iniciales, o las fases posteriores de edades mas cultas y reflexivas, como la Edad Media o el Renacimiento; vemos el desfile de los pueblos, con sus tradiciones y temperamentos diferentes: el caviloso, meditativo de los pueblos nórdicos; el pasional y ardiente de los mediterraneos; el temple de las edades: los sueños de los adolescentes, la emoción desbordante del joven, la pasión madura del adulto, la meditación calmada y pro f unda de los viejos. Y aun hay que recordar el transcurrir de los ideales humans, las teocracias antiguas, los despotismos orientales, los reinos cristianos, los principados renacentistas, las naciones modernas. ¿Que aspecto del alma humana, los pueblos, las edades, los caracteres, lo exótico, lo normal, lo profano y lo divino, lo celestial o demoniaco, no ha encontrado en alguna obra literaria su expresión tremenda y cabal?