La colección Grandes compositores ofrece una aproximación al perfil humano y artístico de los más geniales compositores de todos los tiempos. Estas selectas biografías ilustradas nos acercan al contexto musical, histórico, social y personal de cada compositor, permitiéndonos apreciar su vida y su obra de una forma fiel, amena y rigurosa. Peter Southwell-Sander ofrece una detallada biografía que narra de forma amena y pormenorizada los avatares vitales y creativos de Giuseppe Verdi, uno de los más geniales compositores de todos los tiempos: desde su lucha cotidiana para conseguir un reconocimiento que tantas veces se le negó de una forma injustificada, hasta su compromiso público con el movimiento nacionalista liberal del Risorgimento, cuyo fervor expresó su música mejor que ninguna otra. Además, el texto se enriquece con una amplia selección de pinturas, grabados y fotografías de la época, así como reproducciones de sus manuscritos y de los decorados, diseños de vestuario y programas de los estrenos de sus óperas. Giuseppe Verdi, hijo de un humilde mesonero de la diminuta aldea italiana de te Roncole, es, indiscutiblemente, el gran maestro de la ópera italiana. Poco después de su nacimiento, el Ejército de Napoleón ocupó el norte de Italia, iniciándose para este país un siglo marcado por la fragmentación, el desorden político y las sucesivas invasiones. Verdi no sólo dedicó su vida a la música, sino que se vio envuelto en este agitado periodo político. Tanto es así que, en Italia, su figura es venerada también como una de las principales del Risorgimento, el movimiento en favor de la unificación de Italia. En este libro el autor describe no sólo la biografía musical de Verdi, sino también el bullicioso siglo XVIII italiano en el que vivió el genial compositor y sobre el que, asimismo, influyó decisivamente éste. Si hoy tenemos la suerte de poder escuchar tan maravillosas piezas como La Traviata, Aida, Falstaff o el Réquiem, en parte se debe a la fértil potencia creadora de un músico comprometido con su época y que además, rompió los moldes de la muy establecida música romántica. ? ¡Ay de mí! Nacido pobre, en una aldea pobre, no tenía medios de aprender nada por mí mismo. Pusieron una miserable espineta bajo mis manos y poco tiempo después empecé a escribir notas... Notas y más notas. ¡Eso es todo!? Con estas escuetas palabras, ?I Maestro? resumía hacia el final de su existencia (y no sin cierta humildad) lo que había sido una vida entera consagrada a la música y a la ópera.