Las Mil y Unas Noches nos presenta un cuadro interesante a este respecto. En ocasiones, ciertamente, el libro nos muestra a la mujer caída en la esclavitud víctima inocente de bajas pasiones, pero también nos ofrece el caso opuesto: la mujer encumbrada a un altisimo nivel social y legal, que ejerce señalada influencia en la vida pública y en la privada. Tal vez por ser este hecho menos pintoresco, aunque más verídico, no penetró en la mentalidad popular, en la cual quedó arraigada preferemente la imagen de la odalísca sumisa a todos los caprichos del señor.
En realidad, Las Mil y Unas Noches nos da un espléndido panorama de la sociedad islámica. La época de los califas abasidas fue tal vez la de mayor esplendor en la historia del Islam y la obra que, venimos tratando ha servido como fuente de conocimiento para folkloristas e historiadores, respecto a las manifestaciones de está época, en materia de ciencias, música, leyesd, etcétera, y aunque la historia no es muy lógica desde el punto de vista cronológico (ya que se inicia con el reinado de un rey sasánida y continúa con acontecimientos de la época de Harún Al-Raschid) puesto que sabemos aproximadamente cuántos siglos estuvo elaborándose por escrito la obra y en qué países principalmente, podemos darnos una buena idea cronológica y geográfica, a pesar de las contradicciones de esta especie de palimpsesto.