Noviembre del 2000. Tras un proceso electoral largo y cóntrovertido, George Bush es nombrado presidente de Estados Unidos. Heredero de la dinastía republicana más importante de la historia de su país, bush llevo consigo hasta la Casa Blanca un muy personal estilo de gobernar religioso y conservador, simple y dicharachero, de horizontes cortos y abrumadora ignorancia, Bush se perfilaba para ser un presidente sin mayores proyectos ni consecuencias, un hombre intrascendente para tiempos tranquilos. Estados Unidos se preparaba para un nuevo siglo americano: aquello parecía el principio del fin de la historia del que había hablado francis fukuyama. Todo cambiaría el once de septiembre de 2001.
Cuatro años después, george w. Bush se ha convertido en el presidente Estadunidense más poderoso de los últimos cincuenta años. El suyo es, sin embargo, un país dividido que deambula, aún conmocionado, por un mundo turbulento. Desde la controversia electoral en Florida, los atentados de aquel martes negro, las guerras en afganistán e irak, el ascenso de los neoconservadores y la elección del 2004, este libro es la crónica de la casa dividida que Bush ha construido, es la historia de un imperio en la encrucijada.