A través del relato del caballero templario Guiot, fiel escudero de su rey, leal defensor de su dama, conocemos las peripecias de los peregrinos a tierra santa en la época de las cruzadas y la ciudad de Jerusalén, reverenciada y codiciada en igual medida por cristianos y musulmanes. El texto presenta de manera vívida tanto la vida cotidiana en la ciudad como las circunstancias en la corte: ambiciosas intrigas de muchos por el poder, la honestidad a toda prueba de unos pocos.