Con estas palabras comienzan casi todos los cuentos infantiles. Al escucharlas, los niños saben que luego vendrá una historia entretenida.
El Había una vez… los transporta a un mundo de fantasía, a una realidad mágica que no es la de ellos —aunque pueda ser parecida—, impulsa su imaginación, desarrolla su creatividad, y les ayuda a mantener la atención.
De esta manera, el Había una vez… favorece y optimiza el aprendizaje de los niños, potenciando diversas capacidades cognitivas.
Se dice que a Albert Einstein le preguntaron qué se debía hacer para que los niños desarrollaran su espíritu matemático, y él respondió: Léanles muchos cuentos.
Contar cuentos es impulsar en los niños la pasión por la lectura. El día de mañana ellos mismos leerán lo que les interesa. Las siguientes recomendaciones pueden ayudarnos en la tarea de incentivar el gusto por la lectura.