Estudios demuestran que madres y sus hijas adolescentes tienen, en promedio, una discusión cada dos días. ¿Buscan la adolescentes alejarse de su madre? ¿Las madres se niegan a soltarlas y a concederles el espacio que necesitan? ¿Las batallas de las hijas son producidas por hormonas desbocadas? Estas suposiciones típicas son engañosas. La autora, reconocida psicóloga social, muestra que esta lucha puede ser saludable y necesaria para que la hija desarrolle su personalidad.