Jack Goody investiga en este libro cómo occidente consiguió la ventajosa posición económica y social que ostenta actualmente. Se trata de un incisivo análisis histórico que examina cuándo y por qué Europa (y la América anglosajona) comenzó a dejar atrás a todos los demás continentes en cuanto a crecimiento socioeconómico. Basándose en ejemplos no occidentales sobre el progreso económico y técnico, Goody desafía las suposiciones sobre una supremacía europea de largo tiempo y de tipo cultural, tal como era la pretensión de muchas teorías actuales en ciencias sociales. Argumenta que la divergencia llegó con la revolución industrial y que la reciente revolución burguesa del siglo XVI no fue más que una entre las muchas expresiones de desarrollo mercantil y actividad industrial de Eurasia, concebida en sentido amplio.