Debo advertir quienes usen el presente Diccionario, que en mérito a la evolución de la lengua en nuestros días en América, he decidido incluir términos familiares y figurados que si bien no están aún considerados académicamente correctos, deben sin embargo figurar en una obra como la presente con vasto uso literario, didáctico y popular. También he creído oportuno resucitar muchos vocablos que injustamente yacen en el fondo de diccionarios de la lengua y que al ser marginados, sólo muestran el empobrecimiento de nuestro idioma; revivirlos y ponerlos en boca y memoria del pueblo resultará una tarea, creo, de contribución práctica al incremento del habla, tanto escrita como oral.
