Los seres humanos -señalan los autores- carecen en su mayoría de una plena conciencia de su cuerpo: de ahí esa frecuente inexpresividad ineptitud para manifestarse corporalmente de que adolece el hombre contemporáneo, y de la que a menudo no escapan ni siquiera el bailarín, el actor, el mimo, el cantante… En busca de una salida se han ideado diversas técnicas: entre ellas crece día a día la expresión corporal; con ella se propone rescatar, enriquecer y profundizar el lenguaje del cuerpo para que cada uno alcance una mayor integración consigo mismo dización sensorial del propio cuerpo y de los objetos del mundo externo, en estimular la imaginación y la creatividad, y en desplegar la capacidad de comunicarse consigo mismo, con los otros seres humanos y con los objetos. En esta obra se exponen algunos aspectos fundamentales del proceso, particularmente los relacionados con la sensibilización.