El humor de los comics de Quino es típicamente ácido e incluso cínico, ahondando con frecuencia en la miseria y el absurdo de la condición humana, sin límites de clase. Así, hace al lector enfrentarse a la burocracia, los errores de la autoridad, las instituciones inútiles, la estrechez de miras, etc. No duda así en usar sus viñetas para enviar mensajes de contenido social a sus lectores.