La explosiva dinámica del desarrollo urbano en las ciudades se ha expandido hacia las periferias, lo que ha detonado un proceso de densificación constructiva con edificios de oficina, servicios, departamentos o comercios nuevos ubicados sobre las vialidades más concurridas o en zonas urbanas de mayor plusvalía, hecho que agrava los problemas de congestionamiento vehicular, saturación de líneas de transporte público e inseguridad, entre otros.
En este proceso la atención se ha centrado en analizar y tratar de resolver los problemas que conlleva la densificación de las zonas urbanas, sin embargo, se han olvidado de la presencia de los habitantes, quienes se trasladan diariamente, ya sea a su trabajo, escuela o de regreso a casa. En las ciudades, generalmente la movilidad resulta compleja, ya que se requiere uno o más medios de transporte para llegar a nuestro destino, eso sin considerar el tráfico, el tiempo del recorrido o el clima.
Ser peatón citadino no es fácil, pues las aceras suelen ser estrechas o estar ocupadas por el comercio, lo cual genera que personas en sillas de ruedas, personas con capacidades diferentes, niños o ancianos deben caminar por el arrollo vial, arriesgando su vida y la de los demás.
Esta obra ofrece propuestas funcionales para resolver los problemas a los que se enfrenta el transeúnte con base en la normatividad existente, lo que transformaría en cómodos y seguros sus desplazamientos dentro de las calles y permitiría rescatar la identidad de los espacios urbanos haciéndolos atractivos a la permanencia de los habitantes.