La carencia, aunque temporal, del equilibrio y la sensación de vértigo que puede provocar en algunas situaciones particulares nos hacen comprender, o al menos recordar, lo esencial que es el sentido del equilibrio en la vida cotidiana. Si este sentido es para todos muy importante, aún lo es más para aquellas personas que desarrollan (por afición o por profesión) actividades en las que el equilibrio está implicado en mayor medida, es decir, en los deportes, la danza, la gimnasia, la educación física, las artes marciales, el esquí, el patinaje, el windsurf, la lucha, el ciclismo, etc.