De 1988 a 2018, la conducta del electorado mexicano ha cambiado profundamente. En este libro se documentan varios procesos de ese cambio, como la despartidización y el debilitamiento de los referentes partidistas en el voto; la ideologización y la polarización política; y la creciente internetización de los votantes. Estos cambios han sido captados a través de innumerables encuestas, las cuales, además de ser un instrumento de observación, también han sido un protagonista político central en las elecciones. Por ello, el autor analiza el papel que las encuestas desempeñan en la democracia electoral y el récord de precisión que han dejado en nuestro país a lo largo de los años.