Sólo los altos vuelos de la inspiración de Milton, y los medios que a su pluma prestó la poesía, la forma más noble del lenguaje humano, pudieron coronar una empresa de tan ambiciosos horizontes como es la de cantar el origen del hombre y su caid. El tema es de unas dimensiones que rebasan la epopeya y abordarlo por medio del lenguaje humano es, de por sí, una empresa titánica.
Milton consiguió remontarse a la altura que su tema exigía y dejó para la posteridad esta obra inmortal.