Luisa estaba acostada es su cama, casi dormida, cuando el sonido de una de sus tripas la despabiló. Decidió bajar a la cocina a ver qué cosa rica encontraba. Con el acompañamiento casi musical de sus tripas empezó a prepararse un suculento sándwich. De pronto, una extraña criatura salió del refrigerador.... Era Godofredo.