En la composición de este manual de Historia de la Literatura nos ha guiado el propósito de que pudiera ser de alguna utilidad a los alumnos que cursan esta asignatura en los años de Bachillerato. Por consiguiente hemos procurado ceñirnos lo más posible al más reciente programa del curso de Historia de la Literatura Universal. Así: se explica que --aparte, claro está, las naturales preferencias del autor-- algunos temas aparezcan un tanto excesivamente desarrollados, teniendo en cuenta que se trata de un compendio, mientras que otros se despachan con breves alusiones. Esto explica también la omisión de toda referencia a literaturas como la árabe y la japonesa, que suelen ser tradicionalmente tratadas en manuales de este tipo.
Como la Historia de la Literatura Mexicana e Iberoamericana es materia de otra disciplina, que se cursa a la par, hemos Optado por no incluirla en el presente compendio, conscientes de que un estudio somero de la misma, hubiera resultado superfluo y uno amplio hubiera desequilibrado las proporciones del volumen.
La experiencia docente nos ha demostrado que si hay algo que decididamente aburra y desespere a un alumno, es la presente asignatura, cuando su contenido se reduce a mera relación de nombres de autores sin apenas ulterior comentario. Este escollo, contra el que fácilmente se puede chocar, tratándose de una disciplina tan vasta, hemos tenido especial empeño en evitar en la medida que nos ha sido posible, siempre en pos de un criterio selectivo.
Para que el alumno no se extravíe en un laberinto de obras y de autores, una de nuestras máximas aspiraciones ha sido la de poner orden y concierto dentro de las diversas épocas y corrientes. A este fin hemos adoptado las clasificaciones hoy comúnmente admitidas por los historiadores de la cultura, y dedicado todo un capítulo, al principio de cada sección, a explicar las características de una época o de una tendencia.
Creemos que la mejor, por no decir única, manera de que el alumno se familiarice con los autores estudiados es leyendo su producción. Es lo que nos ha movido a añadir a cada lección un pequeño índice bibliográfico. En él consignamos obras que juzgamos de casi imprescindible manejo para el estudiante en las ediciones, si no más críticas, sí más asequibles aquí y ahora. También en esto hemos procurado proceder consuma parsimonia para no hacer interminable el catálogo.
No se nos escapa, por lo demás, que empresas como ésta siempre estarán expuestas, cualquiera que sea el procedimiento en ellas adoptado, a mil objeciones. y es que no es tarea fácil compendiar en pocos cientos de paginas el vastísimo campo de la literatura universal. Los que hayan ensayado experiencias de este género lo comprenderán fácilmente. También los que, desde la cátedra, pasan cada año por el inevitable trance de tener que truncar sus explicaciones en aras de una brevedad ineludible.