Todos mis súbditos dicen siempre, que mis dibujos les parecen formidables. Todos menos el viejo jardinero, por eso ahora está en el calabozo, hasta que cambie de opinión.
Y esa vaca tendría que estarse quieta de una vez para que pueda dibujarla. Pero no lo hace. ¡Ser princesa es realmente agotador!