Naná es una novela de corte más sociológico que psicológico, que penetra en el ambiente del París de la segunda mitad del siglo xix marcado por los resabios de una Revolución ya obsoleta y las tensiones de la guerra franco-prusiana.
En medio de la descomposición social el cinismo y la falta de valores, los personajes parecen haber cortado sus vínculos tanto con el pasado como el futuro, viviendo una cotidianidad impregnada por la avaricia y el hedonismo, como huyendo tanto del hastío vital como del compromiso social.