En esta obra Emile Durkheim estudia las bases de la estabilidad social, es decir, los valores compartidos por una sociedad, como la moralidad y la religión.
En su opinión, estos valores (que conforman la conciencia colectiva) son los vínculos de cohesión que mantienen el orden social. La desaparición de estos valores conduce a una pérdida de estabilidad social o anomia (del griego anomia, sin ley) y a sentimientos de ansiedad e insatisfacción en los individuos.