La novela que Grass publicó pasado casi un lustro de silencio tras El tambor de Hojalata, es un enorme y afanoso cuadro de la Alemania en que nace, se desarrolla y aparece el arrebato imperial del nacionalsocialismo. Su propia técnica es ya una sátira, un ajuste de cuentas con la megalomanía cultural e histórica que culmina en el nazismo. Todo en esta novela es original, pero no porque el autor busque la diferencia gratuita, sino porque había que reinventar el lenguaje y la narrativa para describir los horrores nuevamente inventados.