El Rayo McQueen comenzó como un auto de carrera novato, dispuesto a convertirse en el coche más joven en ganar la Copa Pistón. Eso cambió cuando se perdió y apareció en Radiador Springs. Sus nuevos amigos le enseñaron que había más cosas en la vida que el triunfo, y al final él ayudó a otro auto de carreras a cruzar la meta.