Cuando pensamos en un loft solemos pensar en grandes espacios diáfanos, con algunos elementos de su origen industrial claramente visibles, convertidos en viviendas llenas de modernidad y de contrastes y que suelen ser, más que ningún otro tipo de construcción, una experiencia de la personalidad de sus propietarios.
Pero ¿qué sucede cuando el espacio es limitado? ¿Es posible tener un loft, con todas sus características, en menos de 130 metros cuadrados?
En este libro veremos varias decenas de ejemplos de lofts de todo el mundo, que nos muestran como ante una clara limitación de espacio, se puede conseguir, mediante una perfecta combinación de sensibilidad artística e ingenio arquitectónico, mantener y aún potenciar, en unos escasos 100 metros cuadrados, la más pura esencia del loft post industrial neoyorkino.
