Desde 1958 hasta nuestros días, Fidel Castro ha sido objeto de más de 600 atentados, fallido o neutralizados. Ello habla tanto de una persistente obsesión por asesinarlo como de la eficiencia de los servicios de seguridad de la isla. Desembarcos, planes de invasión aérea, cigarros con explosivos o venenos por contacto ha sido algunos de los métodos, casi de ficción, enayados para l magnicidio. Los ejecutores de esos intentos han sido cubanos disidentes, agentes de la CIA...