Los libros de texto que tratan sobre las enfermedades del ganado vacuno nunca han sido una buena fuente de fotografías. Han omitido las imágenes completamente o han incluido una colección de fotografías desastrosas en blanco y negro de muy mala calidad. Cuando me enteré de que Wolfe iba a completar su excelente colección de atlas en color con una obra sobre enfermedades del ganado vacuno, me quedó claro que los futuros libros ya no se sentirían obligados a incluir las penosas fotografías existentes. Esto fue muy importante, ya que mis colegas Roger Blowey en el Reino Unido y David Weaver en Estados Unidos eran clínicos especialistas en el ganado bovino con una larga y amplia experiencia en los dos continentes.
La necesidad de estas ilustraciones es evidente. Para los estudiantes de todos los cursos de la carrera, unas imágenes de buena calidad en color pueden aumentar enormemente su comprensión y capacidad para reconocer cada enfermedad. Teniendo esto en cuenta, muchos profesores clínicos coleccionan sus propias transparencias en color. En varias ocasiones he contemplado mi propia colección con ojos especulativos, pero descarté la idea porque, como la mayoría de las fotografías realizadas por aficionados, carecía de la calidad que requiere un atlas. Es muy importante que puedan mostrar los signos clínicos para que se reconozca cada enfermedad en particular. No tiene sentido ver una fotografía de una vaca delgada a la que le cuelga la cabeza para ilustrar la tuberculosis, la acetonemia, la deficiencia de cobalto, o una docena de otras enfermedades. Lo que se necesitan son fotografías que contengan detalles explícitos de los síntomas específicos. Las fotografías también tienen que ser modelos del arte fotográfico, con buena iluminación, buena composición y buen contraste. Roger Blowey y David Weaver se han asegurado por su parte de que las fotografías sean verdaderamente ilustrativas y educativas, y de que, hasta cierto punto, las leyendas contengan las características más importantes de cada ilustración, utilizando la menor cantidad de palabras, pero bien escogidas.