Erase una vez un rey que hizo la promesa de construir un convento en Mafra. Erase una vez la gente que construyó ese convento. Erase una vez un soldado manco y una mujer que tenía poderes. Erase una vez la historia de un amor sin palabras de amor. Erase una vez un cura que quería volar y murió loco. Erase una vez un músico. Erase una vez una passarola. Erase una vez...