Con humor, ironía, vivencias personales y ajenas, y observaciones perfectamente identificables, el autor comparte la desbordante alegría de volver a ser papá a la edad en la que antes solo se podía llevar la etiqueta de abuelo. Este libro no tiene otra pretensión que divertir y retratar una realidad fácilmente comprobable: cada vez más hombres apuestan nuevamente a la paternidad después de los 50. Sin embargo, las descripciones y las reflexiones apuntadas en estos textos son un espejo en el que -más allá de la edad- cualquier padre de estos tiempos podrá verse reflejado y reírse de sí mismo.