En esta perspectiva general, Alan Watts, erudito en filosofías orientales, ofrece una síntesis amena y brillante del taoísmo, tal y como aparece en las enseñanzas de sus grandes clásicos: el Arte de la Guerra, el I-Ching, el Tao te king y el Zhuang Zi. A través de una exposición viva de las ideas y los conceptos esenciales del pensamiento taoísta, Watts presenta al Tao como una práctica personal de liberación y explica el papel que le corresponde a cada persona como un individuo dotado de libre albedrío en un mundo cuyas pautas cambian continuamente. Esta exploración muestra el alcance que esta antigua sabiduría oriental puede tener en la ajetreada vida actual.