Este es un cuento universal sobre temas tan profundos como el sentido de la vida, la soledad, los vicios y malos hábitos, la vanidad y el egoísmo, la avaricia y ambición; así como la esencia, las dificultades y el costo de la amistad y el amor, pero también la lealtad y la responsabilidad. Es un libro destinado a todos los adultos que se han olvidado del niño que fueron, pero sigue durmiendo dentro de ellos, y a todos los niños, para que no pierdan su pureza, su espontaneidad y fidelidad a sus creencias.
En la conversación sostenida entre un pequeño príncipe que viaja de planeta en planeta, y un piloto aviador perdido en el Sáhara, el narrador, un adulto que intenta razonar y actuar como un niño, revela su propia visión sobre la estupidez humana y la modesta sabiduría de los niños que se pierde al crecer y convertirse en adultos. Al cuestionarse por lo esencial de la vida, hay una respuesta sorprendente e inquietante; respuestas que deben ser interpretadas para entender plenamente el significado del libro, de ahí que un pasaje puede entenderse de formas diferentes.
El principito es el alma de cada ser humano en busca de comunión con lo demás; las frases y metáforas aquí vertidas hablan por sí solas; esconden muchos significados. A lo largo de sus páginas critica las cosas que suelen considerarse importantes y en realidad no lo son y cuestiona al mundo de los adultos. Es un tesoro para quien las toma como propias y siempre será bueno leerlas y releerlas para hallarle su verdadero significado.