¡Mozart!... Estoy seguro que aunque no sepáis cuándo ni dónde nací, ni cuál fue el número de obras musicales que compuse en mi corta vida, este famoso apellido lo habréis oído y pronunciado en más de una ocasión. Si preguntáis, os dirán que soy uno de los más grandes compositores europeos de todos los tiempos. Por la cantidad de obras que compuse, por su valor musical, y también porque fui un pequeño prodigio. De los seis a los diez años recorrí Europa dando conciertos con mi hermana Nannerl y asombrando a todo el mundo por el talento que mostraba siendo poco más que un bebé.