110 páginas de historietas -realizadas por el también coautor de las tiras cómicas en las que se basa la película El Santos vs. La Tetona Mendoza- que tratan asuntos de índole familiar, desde los ingenuos años escolares hasta las sesiones de terapia, pasando por casamientos, festividades, mascotas y héroes infantiles, entre otras variopintas monerías.