Retiran el cuerpo de ese hombre y unos cuantos minutos después me encuentro sola en el comedor. Puedo escuchar la hermosa música que viene de la radio de mi abuela. El riachuelo de sangre llega hasta los dedos de mis pies y se arremolina alrededor de ellos. En ese momento hago la conexión entre la sangre, mi padre y yo: si no hago lo que me ordenan, papi también va a lastimarme.
Rita Gigante creció en un mundo lleno de secretos, mentiras y múltiples pecados. Ella, sin saberlo, frecuentaba el cuartel general de la mafia y fue testigo de las reuniones secretas que se llevaban a cabo alrededor de la mesa del comedor; tan solo conocía lo que su madre y hermanos le decían sobre la extraña conducta de su padre: Papá está enfermo. Mantén la boca cerrada.
No hables de la familia.
El hecho de vivir con tantas vergonzosas traiciones que habría de descubrir y callar, lanzó a Rita a una crisis emocional y física que duraría años; pero además había otro escandaloso secreto personal que ella misma tenía oculto y no se atrevía a confesar al despiadado Padrino…
En La Hija del Padrino, Rita detalla su viaje espiritual mientras devela los misterios de su familia y de sí misma, y aprende lo que significa vivir en la verdad que va descubriendo. Una historia real de la relación entre padre e hija, teñida de traiciones y fe, violencia y amor, que narra la manera en que una joven escapó de la espiral de oscuridad para alcanzar la luz.