Rogelio Radclif era músico y vivían en Londres, en un apartamento, con Pongo, su perro dálmata. Un día Rogelio se casó. Su esposa, que era muy bonita, se llamaba Anita y tenía una bella dálmata llamada Perdita. Poco después, Perdita supo que estaba esperando su primera camada de cachorros. La vida parecía perfecta hasta que un día, una antigua amiga de Anita, Cruela De Vil, Fue a visitarla. A Perdita y Pongo les dio miedo.