El maestro Rosalino Pacheco se hizo famoso por los largos y frondosos bigotes negros, que ya se le estaban poniendo grises, por el greñero al aire, bandera de pelos que delataba su presencia a tres kilómetros, y el delantal de cuero de vaca que le cubría desde el pecho hasta las rodillas y amarraba por detrás con un lazo del mismo cuero. Pero, sobre todo, se hizo famoso por las tres grandes batallas y la naturaleza de los tres terribles contendores: el zancudo que horrorizaba a las pulgas, la bruja que perseguía al gato, el dragón de Chíchira que robaba muchachas. Cada cual hacía y deshacía en su reino.