Cuando la bella Astrid, la más joven de las legendarias Parcas, es designada para juzgar a Zarek de Moesia, todo parece que terminará con una condena eterna entre las sombras. Son pocos los que saben algo de este atormentado y huraño Cazador Oscuro, un antiguo esclavo romano que vendió su alma a Artemisa, ni por qué a veces desconfía incluso de sí mismo: no en vano se le acusa de un horrendo crimen contra inocentes que él no logra recordar. Pero la pasión que surge entre él y Astrid, desatando los instintos que creían tener más controlados, los ayudará a enfrentarse a la búsqueda de una verdad que no va a gustar a quienes los persiguen.
Les durará entre las manos el mismo tiempo que le lleva a un Cazador Oscuro matar a un demonio: un nanosegundo. Porque una cosa está clara: no hay quien se resista a un libro de Kenyon.
