Durante los últimos años el esfuerzo teórico-analítico realizado por los investigadores sociales en América Latina se ha centrado en la búsqueda de enfoques metodológicos que permitan aprehender de manera global la problemática de la región, así como superar las trampas ideológicas que la ciencia social burguesa y la propia realidad del subcontinente le tienden a la investigación social critica. El avance ha sido importante en lo que se refiere al análisis concreto de las contradicciones internas de las sociedades latinoamericanas, concebidas como parte de una totalidad que las determina: el sistema internacional capitalista. Sin embargo, el tránsito del enfoque metodológico y global al de las especificidades históricas y estructurales se encuentra todavía en proceso, tanto por lo que toca a elaboraciones concretas como a la necesaria revaloración crítica de los conceptos elaborados a nivel general. El capitalismo dependiente latinoamericano tiene precisamente como objeto contribuir a acelerar ese tránsíto, pasando de las cuestiones teóricas generales al estudio de las manifestaciones históricas específicas y del proceso de cambio de las estructuras dependientes