La libertad de expresión forma parte de los derechos fundamentales del hombre porque representa la prolongación de la garantía individual de pensar; su defensa es un componente indispensable de la convivencia pacífica y democrática. No obstante, en la actualidad múltiples prácticas (surgidas en escenarios específicos, que atienden diversos factores económicos, políticos e ideológicos) favorecen mecanismos de inhibición de las libertades de expresión e información. Las reacciones en contra de las intrusiones legítimas y justificadas de los medios de comunicación han consistido en amenazas, violencia física e, incluso, en el homicidio de periodistas y editores provenientes de distintos puntos de la República Mexicana. Ante tales circunstancias, se requiere un deber de acción estatal para tutelar que el derecho a la libertad de expresión goce de las garantías materiales para ser ejercido, en particular por los periodistas, quienes hacen de estos principios el objeto de su trabajo profesional. En esta obra se presenta el estado de la cuestión en materia legislativa de los temas que circundan el derecho civil y penal (en los planos nacional y latinoamericano), y se ofrece un mapa normativo que permite apreciar los avances, retrocesos y anacronismos en la regulación de los alcances y límites de la libertad de expresión frente a los drechos de personalidad. Por medio del análisis de la legislación de 18 países de América Latina, los autores ilustran las posibilidades de promover el ejercicio responsable de este derecho fundamental.