Los cuentos de hadas llenan las más profundas necesidades imaginativas y espirituales del niño. En ellos el motivo constante es la lucha interna del hombre por encontrar su verdadero mundo, su ser interior. Cada país y cada cultura tienen sus propias tradiciones de hadas buenas y brujas malas. Seres benéficos o malvados y poderes sobrenaturales que debidamente controlados pueden producir maravillas. Al igual que los grandes mitos universales, los cuentos de hadas obedecen a las tradicionales leyes del simbolismo. La permanencia de su atractivo se debe a la riqueza y solidez de sus patrones arquetípicos. Este conciso estudio examina los constantemente repetidos temas en los cuentos de hadas clásicos (Cenicienta, la Bella Durmiente, Hansel y Gretel, El Príncipe Encantado y Caperucita Roja) y muestra su estrecha relación con los procesos simbólicos de la mente inconsciente.