Estoy cien por ciento convencida de que somos las madres las que formamos a los hijos, las que tenemos el privilegio de convertirlos en personas felices...en ángeles y hasta en demonios:
TODO SE SIEMBRA EN LA CUNA Y EN LOS PRIMEROS AÑOS... y nuestra respomsabilidad es inmensa: De nosotras depende que nuestros hijos enorgullezcan al mundo por su inteligencia y su bondad...El estimulo que les damos desde su nacimiento, PERMANECERA TODA SU VIDA.
De nosotras depende, y este libro es LA MEJOR GUIA !