Actualmente, Soren Kierkegaard es considerado el fundador del existencialismo y el primer teólogo moderno. Según su perspectiva radical, la filosofía resultaba inútil si no producía un cambio permanente en la vida de las personas. Su desconfianza por los grandes sistemas abstractos, en particular el de Hegel, y su insistencia en que la filosofía es en esencia una forma de literatura, lo caracterizan, además, como un precursor de la problemática posmoderna. Kierkegaard ocultó la autoría de sus obras tras una multitud de seudónimos y puntos de vista que solían contradecir sus creencias. Fue el primer gran pensador que exploró la inexplicable angustia que afecta al hombre moderno. Se sumergió, también, en las paradojas de las creencias religiosas y desafió a una sociedad hipócrita que se decía cristiana. Kierkegaard para Principiantes es un relato acerca de la extraña vida y las ideas de un hombre torturado por su afán de cambiar las prioridades del pensamiento occidental.
