EDICION ECONOMICA.
La personalidad de Hamlet brota de la horrible situación en que Shakespeare presenta al joven príncipe: su admirado padre murió recientemente, su adorada madre no esperó un mes para contraer matrimonio con el hermano del difunto. Al poco tiempo se le aparece el fantasma del padre, le revela que Claudio, su tío, en complicidad con su madre, le mató vertiéndole un veneno en el oído, le ordena no vengarse de su madre y pide un castigo para su asesino.
Hamlet se llega a ver no sólo como una tragedia sicológica, sino como un profundo drama de connotaciones religiosas que explora los misterios de la existencia humana.