Soñar constituye una experiencia fundamental de la conciencia humana que parece haber fascinado a nuestros antepasados desde los tiempos más remotos. El cuerpo reposa inmóvil, y, de pronto, surge otro tipo de consciencia. La persona ve, entiende, siente alegría o temor, sin que todo esto deje huellas en el mundo exterior. Esas experiencias oníricas, ¿no resultan, de alguna manera, un encuentro con un mundo sobrenatural?
En las sociedades arcaicas, el sueño es el medio privilegiado para mantener relaciones con lo sobrenatural: conocer los hechos ocultos, presentes o futuros, mantener el contacto con el mundo de los muertos, etc.
El mundo de los sueños y su interpretación han provocado la curiosidad de todas las sociedades sin excepción, incluida la nuestra, en la que ha desaparecido, de forma general, el sentido de lo sagrado. Evidentemente, la sociedad islámica no ha sido una excepción, y los sueños han constituido y constituyen en esta tradición uno de los elementos de los que el musulmán se sirve para actuar en el mundo.
La presente obra es una traducción del clásico tratado Ta bîr al-ru yâ (Interpretación de los sueños) de Abû Bark Muhammad îbn Sîrîn, precedida por una magistral introducción del traductor Andrés Guijarro.