Los vampiro; para aquellos que no estén enterados, pululan en nuestras sociedades, como hombres y mujeres comunes con trabajos sencillos o complejos, sobresalientes o mediocres. Puedes ir a nuestro lado en el vagón del metro, en el auto o en la fila del banco.
Quizá, y eso suele ser muy probable, viven en nuestra propia casa o dentro de nosotros mismos. El problema es que estamos incapacitados para darnos cuenta que nos roban energía vital en una discusión, en una mirada, en un coqueteo, en alguna transacción. Pero ahí están, siempre atentos, ávidos de nuestra energía.
Si usted no quiere saber de ellos, le aconsejo que no lea este libro, aquí encontrará gente que parece común y corriente, pero que está lista para dar la mordida en cualquier momento, para eliminar al otro y alimentarse de su ego, enojo, deseo, ansiedad o de su sangre... si usted prefiere llamarle así.