Se ha dicho que el cine es una fábrica de sueños y tal vez esa afirmación siga siendo vigente en la medida en que el cine sigue alimentando las fantasías de millones de espectadores a pesar de que la televisión y otros medios similares hayan irrumpido en la vida cotidiana reduciendo en gran medida el público que durante un siglo acudió a las salas cinematográficas.
En principio el cine era sólo imagen, pero en 1927 se produjo la primera película sonora y con ello el diálogo se volvió igualmente importante en el discurso visual cinematográfico.
Parece un lugar común -de hecho lo es- citar con cierto de solemnidad, las frases que los grandes hombres y mujeres han dicho en momentos cruciales y que se han convertido en referencias trascendentales.