A pesar de estar en un nuevo siglo, donde las comunicaciones, la globalización, la lata tecnología y los derechos humanos han tomado una profunda relevancia, la situación de violencia hacia la mujer sigue presentando muchas aristas, fundamentalmente legales.
En todas las sociedades este fenómeno se encuentra presente, por lo que no deja de ser un tema al que deberemos dar suma importancia, debido a que la mujer conforma el 50% de la raza humana.
Tal es la habitud de tener este tipo de violencias, a las cuales casi se les ve como normales, que el enfoque general, sobre todo en América Latina, es la de protección al infante y, lo más grave, de los malhechores y delincuentes, a quienes inmediatamente se les defiende vía Derechos Humanos. ¿Y qué pasa con las mujeres?, ¿cuándo se ha sabido que Derechos Humanos haya intervenido para apresar a un novio, marido, pareja, que infligió graves daños en la persona de una mujer?
Se debe elevar la voz no sólo a nivel de sociedad, sino a nivel individual, y no permitir que esta situación prevalezca, debiéndose presionar para que desaparezca totalmente